Colin Farrell: Yo soy el mejor imitador de Arnold Schwarzenegger

Colin Farrell: Yo soy el mejor imitador de Arnold Schwarzenegger

 

En 1990, Arnold Schwarzenegger protagonizó Total Recall, cuyo remake llega a la cartelera venezolana hoy, 22 años después, con Colin Farrell en el papel principal y el título de El vengador del futuro. El actor irlandés de 36 años de edad, ahora lejos del alcohol y las drogas y practicante de yoga, cuenta que nunca habló con su colega austríaco a propósito del filme, pero que lo imita muy bien y ha visto todas sus películas.

¿Llegó a hablar personalmente con Arnold Schwarzenegger sobre la nueva versión de Total Recall

No me escribió, ni me llamó.

Ni siquiera me mandó una paloma mensajera, (risas). Su teléfono todavía debe estar sonando, ni siquiera atiende el contestador automático. Ya no sé qué hacer (le cuesta parar de reír).

Hablando en serio: ¿trató de llamarlo realmente? ¿Alguna vez se encontró con Schwarzenegger? ­

No, pero lo conocí hace algunos años atrás, en un torneo olímpico. Es un hombre muy grande... En todo sentido. Vi todas sus películas. Yo soy su mejor imitador.

En una parte de El vengador del futuro Kate Beckinsale pregunta "¿Quién alcanza todas las fantasías que tiene?". ¿En su caso las consiguió? 

¿Si conseguí todo lo que quise? Yo creo que todo en moderación es la mejor clave para vivir. Ciertamente pienso que la saturación, en todo, es algo malo. He logrado muchísimo en mi vida, algunas cosas buenas y otras... no veo la hora de dejarlas atrás.

¿Es cierto que hace yoga como una fórmula para evitar el alcohol? 

Yo solía tomar alcohol ocho horas al día y cuando lo dejé necesité encontrar algo como el yoga. Es lo mejor. La gran razón por la cual hay gente que vuelve al alcohol es por puro aburrimiento. Por eso es necesario ocupar el día sin buscar una adicción que tape otra.

¿La actuación es también un tipo de adicción? 

Todo aquello que en la vida pueda atrapar tu atención u ofrecerte un momento que te separe de tu ser puede serlo. Pero, a veces, ciertas cosas que parecen muy divertidas pueden resultar muy dañinas.

Si actuara demasiado, si pasara de película en película, por supuesto, se volvería una adicción, por miedo a pensar que todo puede llegar a desaparecer. Las adicciones se crean en diferentes clases de lugares emocionales y psicológicos.

No es mi caso hoy, pero hubo un tiempo cuando pasé de un filme a otro. Lo viví, lo hice dos o tres años, con apenas dos semanas libres entre un trabajo y el otro, viviendo en hoteles. Por un tiempo funcionó. Ya no.

Remake.

La película solamente se parece en el título en inglés (Total Recall) a la original que hicieron famosa Arnold Schwarzenegger y Sharon Stone en el milenio pasado. Completamente diferente, con más efectos especiales y con celulares incorporados a la palma de la mano, autos que vuelan y cajas de seguridad que sólo se abren con una huella digital, la historia muestra un futuro en el que las memorias pueden ser manipuladas (para bien y para mal). Es así como el personaje de Colin Farrell se encuentra en una situación un poco parecida a la del Jason Bourne de Matt Damon, pero con bastantes ingredientes de Blade Runner, El quinto elemento y La Guerra de las Galaxias.

¿Le gustaría explicar un poco la cinta con sus propias palabras? ­

Básicamente se trata de alguien que se da cuenta de que todo lo que pensó que era real y verdadero era una mentira, una absoluta fabricación de la realidad virtual. En cierto sentido, piensa que está maldito por no tener pasado, porque todos usamos nuestra historia como un tablero de reflexión desde el que juzgamos dónde estamos en el presente. Sin pasado ni memoria cree que no es la persona que debería ser. Se siente como un náufrago en el océano con la falta de experiencia propia. Por eso tuve que interpretar las dos caras de la moneda, pero al final de la película ni siquiera yo sé cuál de los dos existe. Uy, perdón. Borremos todo, no puedo contar el final (risas).

¿Por qué cree que las películas de ciencia ficción no ganan un Oscar?

La película está diseñada para entretener. Es lo principal. Claro que también es bueno poder provocar cierta reflexión: los seres humanos ya no tenemos demasiado control sobre nuestras vidas.

Si el mensaje llega, es genial, pero tampoco es la intención.

Si no logramos entretenerte por dos horas, quiere decir que no hicimos bien nuestro trabajo.