Al Asad desafía a rebeldes y refuerza alianza con Irán

 

"Teherán no permitirá que se quiebre el eje de la resistencia", aseguró enviado del ayatolá Jamenei.

El presidente sirio, Bashar al Asad, desafió a los "terroristas", como denomina a los rebeldes que buscan derribar su régimen, y reforzó sus vínculos con su aliado clave, Irán, con el que forma el denominado "eje de la resistencia antiimperialista".

Pese a la importante defección del lunes, con la huida del primer ministro, Riad Hiyab, el régimen sirio continuó el martes los bombardeos sobre los insurgentes y la población civil, al tiempo que su mandatario insistía en que su gobierno tiene la "determinación de limpiar la nación de terroristas".

Al menos 140 personas murieron en la jornada, según el Comité de Coordinación Local, una cifra que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos situó en 130.

Al Asad se entrevistó el martes con Said Jalili (el emisario del guía supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei) en una reunión de la que la televisión mostró imágenes.

Esa era su segunda aparición pública tras el atentado que acabó con su cúpula militar, el pasado 18 de julio.

Jalili señaló que el conflicto sirio no es interno y que Teherán "no permitirá, a ningún nivel, que se rompa el eje del que Siria es la rama principal".

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que los principales laboratorios farmacéuticos de Siria han cerrado, lo que ha ocasionado escasez de medicamentos para tratar enfermedades crónicas y atender a un creciente número de heridos.